La política en España – y en Occidente en general – está plegada al simplismo, al regate corto y a la prevalencia de lo comunicativo y propagandístico sobre lo veraz y la evidencia. Estamos viviendo el combate entre la propaganda política y el método científico. He querido defender a este último esta semana en el Congreso.
El detonante fue la decisión magufa de imponer la mascarilla en exteriores incluso cuando existe distancia de seguridad.