Belarra y Montero, ministras quintacolumnistas del Gobierno de España, dicen que no hay que enviar armas a Ucrania. Que hay que aplicar diplomacia de precisión.
La historia del siglo XX nos da algunas evidencias duras y constantes: un nacionalista una vez que comienza una escalada bélica nunca para por la acción diplomática. La diplomacia se hace a un lado cuando comienza la guerra y se retoma cuando alguna de las partes pierde fuerza o ve como imposibles sus objetivos iniciales.
El Belarromonterismo a los T-90 rusos quiere oponer el feminismo. Dice que la paz vino de las mujeres que supieron reconocerse como hermanas. No dice qué paz. Es la paz en general. No sabemos si la que vino tras la Guerra de las Galias, la de Versalles o la Conferencia de Yalta.
Yo no subestimo la ignorancia del Belarromonterismo, pero si tuviera que apostar, diría que en este caso a la estupidez a que sumar una filia. La filia por Putin.
