(Mrs Robinson) Llevaba ya varios meses que leía poco, me cansaba, no sabía bien el porqué. Pensé que el exceso de actividades, algo de estrés o sencillamente la edad, hacían mella en mi capacidad de concentración e incluso en mi memoria. Me han graduado. Tengo gafas para leer. El mundo ha cambiado: me concentro y tengo memoria. Quién me iba a decir que a mis 44 iba a profesar una suerte de protestantismo: me he hecho presbiceriano. Tengo muchas semanas que recuperar.
(Lloroncillo)Tres son los autores vivos de los que leo novelas. Con la honrosa excepción de la ciencia ficción, de ahí leo con fruición joyas pasadas, presentes y (es el único género que lo admite) futuras. Pues bien, uno de ellos está entrando en barrena. Espero que la decadencia no sea multidisciplinar, que no afecte a sus libros venideros. Mientras esperamos la recomposición de quien fue capaz de escribir Sumisión, nos centraremos en Carrère y McCarthy.
(Chupetes para adultos) Una parte de la política española (y de los españoles) claman porque se les trate como a bebés, no se les hable de la verdad y defendamos que las pensiones las traen los Reyes Magos. Si eres esos eternos infantes, no veas esto.
